La canción, incluida en el disco «Amor Amarillo» (1993), es un reflejo del momento emocional quevivía el músico y está profundamente vinculada a su relación con la modelo Cecilia Amenábar.
En medio de una incipiente relación con Cecilia, la pareja viaja junta cuatro meses en el marco de una gira del músico. Él la llevaba a ella y ella lo llevaba a él, metafóricamente, ya que al término del tour descubrió que estaba embarazada.
Es una canción que habla sobre el amor, el acompañamiento mutuo y la complicidad en una relación. Las letras capturan el espíritu de una pareja que se apoya y se complementa, algo que quedó plasmado en la colaboración de Cecilia en los coros y en el video musical.
La relación entre Cerati y Amenábar fue crucial durante la creación de “Amor Amarillo”. La pareja se conoció en un momento difícil para el músico, pero su conexión fue inmediata. Cecilia Amenábar, exmodelo y artista chilena, no solo fue una musa para Cerati, sino que también se convirtió en una compañera esencial en su vida personal y profesional. Con el tiempo, su relación se formalizó, y juntos formaron una familia con el nacimiento de sus hijos, Lisa y Benito.
