EPA lo había anticipado. La secretaria de Deportes de la provincia, Flavia Padin, tenía el pasaje de salida desde hace mucho tiempo. Y era cuestión de días. Es que la ex presentadora de noticias nunca supo desempeñar esa función, según contaron desde las altas esferas provinciales. “Lamentablemente llegó a ese lugar por los acuerdos políticos que derivan de los frentes, y ese espacio fue otorgado al de Miguel Tessandori. Como Miguel optó por quedarse en Rosario, el grupo que opera Agapito Blanco la puso a esta chica. Pero no. Nunca se adaptó”, dijo alguien muy cercana a la ministra de quien depende la citada Secretaría de Deportes. Fue tal el impacto para Padin cuando un funcionario le comunicó su despido, que para disimular se tomó un mes de licencia “por aparentes cuestiones personales que le impedían ausentarse de Rosario”, argumento utilizado por el gobierno para justificar su salida de provincia y su desembarco a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad. Un acto de caballerosidad.
No aclaren que oscurece
La comisión directiva de Central aprovechó el gran momento deportivo para avanzar con su proyecto de “permutar” la subsede Británica, ubicada sobre bulevar Oroño, por obras a realizar en otras áreas del club. Esto al principio fue anunciado como una probable venta a una empresa constructora, pero después que el directivo Walter Buhler saliera a explicar en dos entrevistas radiales, la idea del canje quedó expuesta y desató una tendencia negativa entre los socios. Tanto que al dirigente en cuestión le prohibieron seguir hablando. Y por ahora de Británica ya no se habla.
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