La canción, incluida en el álbum “Viviendo Deprisa” (1991), es un homenaje a dos amigos del cantante que murieron trágicamente en un accidente de moto.
La canción se inspira en un compañero de la escuela de Alejandro Sanz que murió en un accidente de moto junto a su pareja. El artista quedó tan afectado por la situación que decidió escribir esta canción para expresar sus sentimientos.
“Es la historia real de un compañero mío. El típico fin de semana que acabas las clases, te vas a casa y el lunes no aparece él, y cuando por fin hablas con otro amigo de clase te enteras de que ha tenido un accidente de moto con su novia y que ha muerto en el accidente”, contó Sanz.
“Esto me marcó tanto que me decidí a plasmar todo lo que sentía en aquella ocasión. Precisamente la canción me ha ayudado mucho a superar el triste suceso. En cualquier caso, cada vez que tengo que interpretarla me vienen a la memoria muchos recuerdos y muchas tristezas”, remarcó el cantante.
El proceso de composición no solo fue un homenaje a su amigo, sino también una manera de sobrellevar la tristeza y reflexionar sobre lo efímero de la existencia.
La canción también toca la reflexión sobre la vida y la muerte, como se ve en ‘entre la vida y la muerte se piensa tan diferente’, sugiriendo que en situaciones límite, nuestra perspectiva sobre lo que es verdaderamente importante puede cambiar drásticamente.
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