Desde AFA consideran que la ciudad no albergará un partido oficial por varios factores, entre los que sobresale las tensiones internas
Se viene una nueva doble fecha de las eliminatorias sudamericanas. Argentina visitará a Venezuela (jueves 10/10) y luego recibirá a Bolivia (martes 15/10). La expectativa por parte de los hinchas se incrementa de manera constante. También es cierto que la posibilidad de que la selección nacional juegue en Rosario se desvanece cada vez más. Desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), aseguran por lo bajo que la ciudad no cumple con los requisitos para albergar un partido oficial. También se aferran a la viejas experiencias tormentosas como fue en 2009. Mientras que el plus que sobresale son las tensiones internas entre canallas y leprosos. Sin dudas, la capital del fútbol nacional está fuera del radar del combinado albiceleste.
Tanto el cuerpo técnico liderado por el pujatense Lionel Scaloni como los jugadores manifestaron en varias oportunidades el deseo de presentarse fuera de los límites del estadio Monumental. En parte se materializó ese deseo, ya que Argentina jugó en algunas ocasiones fuera de Buenos Aires.
La selección se mostró en Santiago del Estero el año pasado, para sorpresa de todos. ¿Y Rosario? Por el momento no tiene chances. Las autoridades de la AFA no lo dirán abiertamente, menos públicamente. Pero por lo bajo, y en reuniones privadas, manifestaron que nuestra ciudad no reúne las garantías elementales requeridas para recibir a los campeones del mundo.
Por más que el estadio de Central fue objeto de remodelaciones y ampliaciones este año, sumado a que Newell’s también está ampliando su capacidad y haciendo refacciones internas del Coloso, lo cierto es que no están ni estarán contemplados hasta nuevo aviso.
En AFA no quieren sufrir contratiempos a la hora de organizar un partido de la selección. La frase que más se escucha por los pasillos de calle Viamonte es que los dos estadios todavía no cumplen con las normas exigidas para eventos de esta magnitud.
Según le indicaron a EPA varias fuentes relacionadas al círculo de la AFA, las infraestructuras de los dos clubes no son suficientes para garantizar la seguridad y comodidad de los jugadores, cuerpos técnicos y los miles de aficionados que esperarían asistir a un encuentro con Messi y compañía.
Magro antecedente
Claro que hay un aspecto que complica aún más la situación. Y es el ingrato recuerdo de aquel fatídico encuentro disputado en 2019 en el Gigante de Arroyito, donde la selección, dirigida por Diego Maradona, se enfrentó a Brasil.
El encuentro por las eliminatorias rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010 no solo fue una gran oportunidad para la ciudad, sino que también se tornó en una pesadilla organizativa.
La reventa de entradas y la situación caótica que vivieron muchísimas personas, incluso con tickets en mano, dejaron una imagen negativa. Varios patrocinadores se vieron afectados, al ser incapaces de acceder al clásico en el que habían sido invitados por las empresas que sponsorean a la selección. Ese magro recuerdo y antecedente es además lo que acentúa la desconfianza de AFA en torno a la capacidad organizativa de Rosario, entre otros puntos, claro está.
Rivalidades internas
Claro que hay otro punto a destacar si de chances se habla. El escenario se complica aún más por la intensa rivalidad que existe entre los dos clubes más grandes de estos pagos: Central y Newell’s.
Esta división no solo afecta la organización interna, sea a la hora de la elección del estadio elegido, sino que también mina las posibilidades de que la selección juegue un partido en un futuro cercano.
A nivel dirigencial también dinamita las posibilidades. En AFA tienen bien en claro cómo está configurado el mapa a nivel gestión. Por más que algunos crean que hay buena sintonía, lo cierto es que desde Buenos Aires tienen otro concepto. En otro caso, prácticamente no hay diálogo. Ni habrá por lo menos hasta después de 2025.
En consecuencia, la llegada de Lionel Messi y sus compañeros a esta ciudad, emblemática para el fútbol argentino, parece un sueño cada vez más distante.
AFA no contempla a Rosario como sede de partidos oficiales de la selección. Esta decisión afecta no solo a los clubes más populares de acá, sino a la masa de hinchas que anhelan ver a su selección en su propia casa.
Lo cierto es que la relación entre la AFA y la ciudad de Rosario se encuentra en un impasse, donde los recuerdos de los últimos encuentros y las tensiones internas siguen pesando como una sombra sobre un posible regreso de la selección a esta plaza futbolística.
Cae de maduro que la esperanza de ver nuevamente a la selección en estos lares dependerá de muchos factores. Mientras tanto, la ciudadanía deberá seguir soñando con lo que podría haber sido y aún no es. En realidad, no será por tiempo indefinido.
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