La canción, incluida en el álbum “Combat Rock” (1982), está basada en la prohibición del rock por parte de un rey de Oriente Medio.
La canción narra en forma de fábula y satíricamente la prohibición de la música rock occidental por parte de un rey de Oriente Medio. La letra describe los esfuerzos del rey por imponer y justificar la prohibición, y las protestas populares contra ella, celebrando conciertos de rock en templos y plazas («rockeando la casbah»).
Esto culmina con el rey ordenando a los aviones de combate de su ejército bombardear a los manifestantes; sin embargo, tras despegar, los pilotos ignoran sus órdenes y, en su lugar, reproducen música rock en las radios de sus cabinas, uniéndose a la protesta e insinuando la pérdida del poder del rey.
Los eventos descritos en la canción son muy similares a lo ocurrido en 1979 en Irán donde le presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, había prohibido la música occidental en las emisoras de radio y televisión estatales.
Aunque la música clásica y los conciertos públicos se permitieron brevemente en las décadas de 1980 y 1990, la prohibición se restableció en 2005 y ha permanecido vigente desde entonces. La música occidental aún se distribuye en Irán a través del mercado negro, y los artistas de rock iraníes se ven obligados a grabar en secreto, bajo amenaza de arresto.
Rock The Casbah’ se convirtió en un himno de resistencia y un recordatorio de que la música puede ser una poderosa herramienta de cambio social y expresión personal.
The Clash fue siempre conocida por su compromiso político y social. Muchas de sus canciones, aunque no se basaran en eventos específicos, reflejaban su postura antifascista, antirracista y contra la ignorancia, convirtiendo su música en una plataforma para la protesta social.
