La fundadora de Dynamo Edge desarrolló en Estados Unidos un software de IA que predice fallas en automóviles en tiempo real y que puede aplicarse a distintos rubros.
La Inteligencia Artificial (IA) dejó de ser un concepto de ciencia ficción para convertirse en una herramienta esencial en diversos sectores. En este contexto, la rosarina y fundadora de Dynamo Edge, Bárbara Béssolo, desarrolló desde su residencia en Estados Unidos un software de IA que no solo predice fallas en automóviles en tiempo real, sino que también se puede aplicar a distintos rubros. Este informe detalla la perspectiva de esta destacada empresaria sobre la IA y su impacto en la industria, así como el potencial que esta tecnología ofrece en un futuro cercano.
Bárbara Béssolo es clara y contundente. Describe en diálogo con esxaca,com.ar a la Inteligencia Artificial como un conjunto de tecnologías que permite a las máquinas aprender de los datos, adaptarse a nuevas situaciones y realizar tareas que, en el pasado, requerían la intervención humana.
Lo concreto es que a través de algoritmos complejos y modelos de aprendizaje automático, la IA puede procesar grandes volúmenes de información y extraer patrones que son invisibles a simple vista.
Está a la vista que la Inteligencia Artificial tiene el potencial de transformar industrias enteras, y la visión de Bárbara Béssolo con Dynamo Edge es un claro ejemplo de cómo esta tecnología puede ser aplicada para mejorar procesos y resultados.
A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más digitalizado, la comprensión y la implementación responsable de la IA serán cruciales para maximizar sus beneficios y mitigar sus riesgos. El misterio de la IA no radica solo en su complejidad técnica, sino en su capacidad para redefinir el mundo tal como lo conocemos. Por eso, esta rosarina radicada en Estados Unidos le brindó a EPA un preciso pantallazo de lo que es esta pujante tecnología.
¿Qué es la Inteligencia artificial?
Es una ecuación matemática que se repite constantemente gracias al poder computacional de los microchips modernos. Esa repetición constante hace que el algoritmo matemático se pueda automatizar y con ello empezar a mejorarse a sí mismo, claro, siempre y cuando un humano así lo haya escrito antes en la ecuación, también llamado “modelo”.
Béssolo destacó que “esta tecnología se inventó en 1950 y a la que John McCarty la llamó Inteligencia Artificial cinco años más tarde. En ese momento no tenía muchas aplicaciones prácticas porque la infraestructura computacional que necesitaba primero no existía, y después era muy cara, hasta que 5G lo hizo accesible y revolucionó el mundo del análisis de datos, lo que el mercado denominó como el fenómeno de 5G data tsunami. ¿Por qué? Por dos cosas, primero porque 5G es bidireccional, o sea, es la primera vez que una red tiene lo que se llama “2-way”, lo cual significa que la información sube y baja, interactuando con los sensores físicos que tiene alrededor, el tiempo que le lleva a la data subir y bajar se llama latencia, o sea, la capacidad de reaccionar. Segundo, porque 5G tiene la capacidad de procesar datos con una latencia parecida a los humanos, aunque seamos siendo 10 veces más rápidos todavía”.
La rosarina además se preguntó: “¿Y si somos más rápidos físicamente porque la IA puede obtener resultados instantáneamente? Porque enfoca todos sus recursos en una tarea específica para la cual tiene acceso a una base de datos mucho más grande que cada uno de nosotros individualmente. Los humanos tomamos inputs acerca de lo que está pasando por medio de nuestros 5 sentidos y los interpretamos basado en nuestra experiencia, o sea nuestra memoria, mientras que el IA hace lo mismo, pero con una gran memoria colectiva”.
Y agregó: “Dentro de la Inteligencia Artificial hay distintas ramas, ninguna es buena o mala, solo tienen distintas funciones, como nuestros cinco sentidos. Por ejemplo, un modelo muy usado es ChatGPT, el cual usa un modelo que se llama LLM o Large Languaje Model”.
“Los LLMs repite palabras y las agrupan con una sintaxis muy precisa, por eso puede escribir y resumir muy efectivamente, pero no le preguntes como te llamas porque no tiene ni idea de quién sos, y tampoco le preguntes que calcule 1+1, porque si no lo leyó en Wikipedia (la base de datos sobre la que se diseñó), no tiene ni idea. También está el IA conversacional, como Siri, que escucha, como tus oídos, y repite comandos”, detalló.
También dijo: “Otro tipo de IA muy usado es el de Machine Visión, que como la palabra lo indica es básicamente un IA que mira, como tus ojos, y reconoce fotos, como los autos Tesla, lo cual es indispensable para saber si sos un peatón o un semáforo, pero no le pidas que te resuelva un problema o que te hable, tiene solo la función de mirar”.
“Mientras que hay un tercer tipo de IA que se llama “Machine Learning” y lo que hace es medir la la telemetría que sale de los sensores de las máquinas para automatizar la operación. Y si bien hay muchas más ramas, lo importante es entender que ninguna es buena o mala, solo tiene un propósito diferente de acuerdo con lo que quieras hacer”, abundó Béssolo.
“Pero si es verdad que es la primera vez en la historia de la humanidad que creamos una tecnología que sobrepasa a la humana. Hasta ahora en cosas muy puntuales, porque los humanos somos máquinas muy complicadas, mientras que ChatGPT no puede levantar un vaso de agua”, anadió.
“¿Y en el futuro, la inteligencia artificial dominará la raza humana? Antes de que eso pase, debería existir una red de internet que nunca jamás se corte, y que cubra todo el planeta Tierra, desde el Sahara hasta la cima del Aconcagua”, apuntó Béssolo antes de dejar una especie de resultante: “¿Cómo te fue con el Wi-Fi de tu casa hoy? Exacto”.
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