Procesar las emociones desde la alimentación

Tu cuerpo habla a través de tus emociones. Ansiedad, insomnio, tristeza o enojo. Cada una tiene un lenguaje bioquímico y la comida, los alimentos en sí, pueden ser parte de la respuesta.

Es importante aprender a elegir los alimentos en relación a lo que cada uno siente. Los alimentos pueden potenciar las emociones positivas, pero también las negativas.

Por lo tanto, es importante tomar conciencia de lo que generan cada uno de los alimentos en nuestro cuerpo.

Si sentís ansiedad, lo mejor es incorporar magnesio. Relaja el sistema nervioso y reduce la tensión muscular, permitiéndote una gran recuperación y mejor descanso.

Los alimentos que aportan gran cantidad de magnesio son por ejemplo los frutos secos, como las almendras, las semillas de Chía y de calabaza, y el cacao amargo que sea más del 80%.

Si lo que sentís es agobio y cansancio extremo, lo mejor es incorporar potasio, que regula la presión, las hormonas del estrés y apoya el sistema nervioso.

Los alimentos que nos aportan buena cantidad de potasio son las frutas y los vegetales principalmente frescos. El agua de coco también es una linda fuente potasio.

Si lo que sentís cansancio y/o agotamiento mental, lo importante es consumir buena cantidad de tirosina, que favorece el enfoque y la energía ayudando a producir dopamina.

Los alimentos fuente de tiroxina son los frutos secos, algunas legumbres, las semillas. Los alimentos de origen animal son las carnes, pescado, huevo, entre otros.

Si la emoción que te invade es la depresión, es muy importante el consumo adecuado de Vitamina D, porque esto ayuda a regular el estado de ánimo y la función inmune.

Sus alimentos fuentes son de origen vegetal, algas marinas, como las algas nori, los germinados y los hongos, que lo ideal es dejarlos expuestos al sol de 15 a 20 minutos antes de su cocción para potenciar su contenido de Vitamina D.

Algunos de estos hongos son las setas y portobello, también es muy importante la exposición solar 15 a 20 minutos al aire libre por día en horarios adecuados.

Los alimentos fuentes de origen animal son los pescados grasos como salmón, atún o caballa, las yemas de huevo y el hígado.

Cuando el enojo invade el cuerpo, lo importante es un adecuado consumo de Vitamina C, porque reduce el cortisol, apoya el equilibrio adrenal y baja la inflamación.

Los alimentos que aportan Vitamina C son principalmente frutas y verduras, frescas y crudas, como naranjas, kiwi, arándanos, vegetales de color verde, como brócoli, vegetales de hoja, etc..

Si la emoción que atraviesa el cuerpo es el estrés lo ideal es consumir alimentos fuentes de vitaminas del complejo B, que dan energía, soporte a las hormonas suprarrenales y colaboran con la regulación de las hormonas del estrés.

Son legumbres seriales integrales, frutas frescas, frutos secos y de origen animal, carnes magras, huevo, pescado (b12, b1, b9 e hígado), entre otros.

Si lo que siente mi cuerpo es mucha fatiga, es realmente importante el consumo de hierro (más Vitamina C), porque esto produce energía y transportan oxígeno en el cuerpo.

Los alimentos que nos aportan hierro son de origen animal, todas las carnes magras, huevos y lácteos, enriquecidos y de origen vegetal como legumbres, quinoa, vegetales de hoja como espinacas, acelgas, rúcula y vegetales, tipo coles, brócoli. Estos deben estar sí o sí acompañados en este caso por Vitamina C para optimizar su absorción (frutas y vegetales frescos).

En el caso de que la emoción sea irritabilidad lo ideal es la incorporación del triptofano, que es precursor de la serotonina (una hormona que regula el estado de ánimo, el sueño).

El triptófano promueve la calma y la conexión emocional. Se encuentra en alimentos ricos en proteínas, como las carnes magras, el huevo, los lácteos, así como también en legumbres y frutos secos y semillas, como las de zapallo.

Si lo que sentimos es insomnio es importante el consumo de  melatonina, que regula el ciclo del sueño y la vigilia.

Los alimentos que contienen melatonina de forma natural incluyen frutos secos (nueces, almendras), cereales (arroz integral, avena), algunas frutas (cerezas, banana, kiwis, uvas) y pescados (salmón).

Si lo que sentimos es tristeza es muy importante la incorporación de Omega 3.

Los alimentos que contienen Omega 3 son los aceites vegetales, como el de oliva, la semillas, palta, los frutos secos, los pescados grasos de mar.

Los alimentos no sólo nutren el cuerpo sino que pueden calmar la mente, potenciar la energía y ayudar a regular las emociones corporales.

Nuestro cuerpo habla, reconozcamos nuestras emociones y otorguemos leer lo que verdaderamente necesita para lograr el equilibrio y una adecuada nutrición.

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