La motosierra significó una herramienta muy importante para aquellos que trabajan en los montes desarrollando tareas vinculadas a la madera. Simplificar esfuerzo y tiempo para los operarios, que por entonces debían con hacha en manos cortar enormes árboles, representó un avance. Aunque sus condiciones laborales no se hayan modificado ya que siguieron, y siguen, en la más injusta informalidad.
La Forestal, que fue un capítulo triste de la explotación de los miles de obreros en Santa Fe y Chaco entre los siglos XIX y XX, tiene en la actualidad correlato en diferentes sectores del norte argentino.
Allí la motosierra sigue siendo utilizada de manera irracional por aquellos que ordenan su uso, quienes privilegian su interés particular por sobre el bien común.
En otras palabras, el desmonte criminal se prioriza por sobre la planificación y reforestación, aspectos determinantes para el cuidado del medio ambiente.
Pero lo económico siempre vence a lo social, incluso con aquellos gobiernos que desarrollan populismos.
Por eso el uso de la motosierra no representa un valor en sí mismo. Es más. En la Argentina está más emparentada a la injusticia. Ya que corta todo sin importar el daño colateral que provoca.
Porque su utilización requiere de un estudio previo, de una planificación, de un manejo racional y fundamentalmente de cortar lo que corresponde.
La motosierra adquirió una relevancia metafórica con el gobierno nacional. Paradójicamente quienes más la exaltan son los que nunca tuvieron una en las manos. Por eso quizás ignoren el riesgo de manipular una. Pero ponderan el poder de la máquina. Cortar todo sin importar lo que se corta. Sin siquiera reparar si corresponde o no.
Entonces en nombre del ajuste, del achique, de la reducción de gastos innecesarios, también aniquilan derechos.
Y casualmente las víctimas son los discapacitados, los enfermos, los jubilados, entre otros.
Es decir que la motosierra urbana tiene el mismo defecto que la del monte. Corta todo, hasta lo que no debe, porque importa más el rédito económico que la cuestión social.
La motosierra es una herramienta. No es un fin en sí mismo. Sin dudas que si se usa bien es de gran ayuda. Pero ojo que si se usa mal es de alto riesgo. Porque puede cortar hasta la esperanza.