La canción, del disco de Los Abuelos de la Nada, «Vasos y Besos» (1983), llegó a ser uno de los éxitos más grandes de la banda, y fue una de las canciones más conocidas dentro del rock en español de los años 80.
Una de las interpretaciones más comunes es acerca de la apología a las drogas o es interpretada como un manifiesto contra la guerra de Malvinas de 1982.
La verdad sobre la conción la conto el mismo Calamaro «estaba perdidamente enamorado de Cecilia (Szperling)», la esperó bajo la lluvia durante dos horas, mil horas, como un perro, pero la joven nunca llegó.
«Mil horas» es probablemente, para Calamaro la madre de todas sus canciones, una de las semillas primigenias de una discografía compuesta por álbumes dobles, quíntuples, regresos, directos, perdidos, encontrados y un puñado de temas en la punta de la lengua popular.
