La importancia de una hidratación adecuada

Hidratarse siempre es importante para nuestra salud. Generar un hábito en este sentido es clave. Y así como lo es para nuestra cotidianidad, resulta fundamental al realizar una actividad física.

Es que cualquier práctica deportiva o recreativa incrementa la temperatura corporal, y para poder regularla el cuerpo elimina calor por la piel a través del sudor, provocando así pérdida de agua y minerales, fundamentalmente sodio.

Una pérdida de agua de un 2% afecta el rendimiento. La ingesta adecuada de líquidos durante la actividad física retarda la fatiga, mejora la performance y previene la deshidratación, especialmente en climas cálidos y húmedos, donde las pérdidas de sudor pueden duplicarse.

La deshidratación afecta el rendimiento deportivo debido a que aparecen síntomas como irritabilidad, fatiga, cansancio, calambres musculares, náuseas, desconcentración, y hasta lesiones importantes.

Si la deshidratación aumenta por encima del 4%, aparecen signos y síntomas más severos como confusión, letargo (adormecimiento o somnolencia), manos y pies fríos, aceleración de la frecuencia respiratoria, taquicardia con pulso débil, desmayos, entre otros. Estos casos deben ser tratados de forma inmediata por un médico.

Usted se preguntará: ¿cómo detecto cuando estoy deshidratado?

Y la respuesta está en las siguientes observaciones:

– Color y volumen de la orina: cuando el color es intenso y la cantidad escasa

– Estado de la piel y la boca: si están secas.

– Sensación de sed: esta aparece cuando ya tenemos algún grado de deshidratación.

– Pérdida de peso: si luego del entrenamiento se perdió 2% o más del peso previo.

También es determinante saber cómo hidratarse adecuadamente, porque  las pérdidas son muy individuales, por lo tanto la cantidad que se debe reponer va a depender de aquello que se perdió.

 Como recomendación general antes del entrenamiento: 

– Consumir 2 vasos de líquido 1 hora antes (al menos).

– 15 minutos antes otro vaso más.

Durante el entrenamiento:

– Tomar pequeños sorbos de líquido mientras se entrene

Y luego del entrenamiento:

– Al menos tres cuartos a 1 litro de bebida (fundamentalmente cuando el sudor haya sido significativo).

– Si el ejercicio no fue tan intenso y duró menos de una hora, con agua es suficiente la hidratación.

– Si el ejercicio fue muy intenso, y la perdida de líquido fue considerable, se recomienda hidratarse también con bebidas deportivas ricas en hidratos de carbono y sales minerales.

En estos dos últimos casos es sumamente importante tener en cuenta los factores climáticos (temperatura ambiente, humedad, etc.).

En algunas ocasiones, muy especiales, se utiliza también bebidas como la chocolatada para rehidratación.

Claro que para poder establecer con precisión lo que cada persona requiere, es clave consultar a un nutricionista para que pueda definir correctamente las necesidades individuales, ya que cada caso es especial y debemos tener en cuenta que es lo que nuestro cuerpo requiere.

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