En el mundo del fútbol es moneda corriente ver que las emociones y los egos chocan a menudo. La situación en Central alcanzó recientemente un punto muy crítico. Marco Ruben, el emblemático delantero y goleador histórico del club, hizo declaraciones tras la goleada sufrida a manos de River en el Monumental que ponen en tela de juicio la compatibilidad con el entrenador Ariel Holan. La controversia que rodea a ambos personajes no solo es un reflejo de un claro conflicto personal, sino también un síntoma de una crisis que parece nacer en el seno del equipo.
Ruben expresó su descontento con el trato recibido por parte de Holan y su cuerpo técnico. “Estoy muy dolido con la situación, pudo haber sido mi último partido en este club. Es uno de los días más tristes con la camiseta de Central. Hubo situaciones que no me gustaron. No creo que se me haya respetado y eso me duele mucho», se lamentó el atacante, visiblemente afectado en los pasillos del estadio millonario.
El detonante de esta crisis que erupcionó en Núñez parece haber sido su salida en el entretiempo del partido contra Plate, un encuentro que podría haber marcado el final de su carrera en la entidad canalla.
Cabe destacar que Marco, quien tiene 38 años y se reintegró a mitad de año luego de haber estado alejado del fútbol por dos años, no deja de ser uno de los referentes y más mimados del club.
Pero el goleador, que desde su retorno ratificó estar con la pólvora mojada, dejó en claro un profundo desacuerdo con la gestión del partido por parte de Holan.
A su vez, el entrenador intentó calmar las aguas, aunque su esfuerzo parece ser en vano. No obstante, hay un dato que no es menor. La discordia no se limita a Ruben: Epa certificó que otros miembros del plantel también expresaron su descontento en privado con el estilo de liderazgo del técnico.
Desde su llegada, la relación entre Holan y los jugadores no termina de amalgamar. Aunque no llama la atención este hecho debido a que varios testimonios de futbolistas que trabajaron con el DT en otros clubes, como Defensa y Justicia, Independiente, Universidad Católica y Barcelona de Ecuador, dejaron sentado en off que su estilo autoritario podría ser una de las causas de esta desintegración en la dinámica del equipo.
La temporada de Central sigue marcada por la inestabilidad, con tres entrenadores diferentes al mando: Miguel Russo, Matías Lequi y ahora Holan. Esta constante rotación no solo afectó los resultados en el campo de juego, sino que también ya sembró la duda y la incertidumbre entre algunos jugadores acerca del futuro del club.
Con solo una fecha restante en el calendario, la posibilidad de una reestructuración en el plantel parece más probable que nunca.
Claro que la ruptura pública entre Rubén y Holan podría ser solo la punta del iceberg en una crisis que parece que se viene gestando desde hace varios días puertas hacia adentro.
En medio de este particular contexto, para los hinchas de Central, la situación es alarmante. El club, que se enorgullece de su rica historia y de ser uno de los grandes del fútbol argentino, se encuentra en una encrucijada que podría definir su futuro inmediato nada menos que con su máximo referente de la última década.
Mientras tanto, la figura de Marco Rubén se degradó desde lo deportivo con su performance en cancha. Tal es así que la despedida del futbolista, ya anunciada anteriormente, podría tener lugar en un ambiente de tensión ante Belgrano con el cuerpo técnico.
La parcialidad auriazul espera además que se tomen decisiones acertadas desde los respectivos roles a ejercer y que no solo respeten la historia del club, sino que también promuevan un futuro más brillante, donde el respeto y la comunicación sean pilares fundamentales.
Es que la historia de Central continúa escribiéndose, y en este capítulo, la incompatibilidad entre Marco Ruben y Ariel Holan, además de un año para el olvido desde lo futbolístico, podría ser el inicio de un cambio necesario, o el preludio de una crisis aún mayor que tiene al entrenador en la mira de todos.
About The Author
