Falistocco: “Las mejoras del servicio judicial pasan por los sistemas procesales”

El presidente de la Corte Suprema de Santa Fe dijo que la reforma constitucional ratifica derechos pero avisó que hay cambios que dependen de agilizar los procedimientos y la cobertura de vacantes

El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe, Roberto Falistocco, sostuvo que “las mejoras del servicio judicial no pasan tanto por una reforma constitucional sino pasan por los sistemas procesales, que hay algunos que son más eficientes que otros, y por eso hay que ir cambiando todo lo vinculado al procedimiento, a eliminar tiempos muertos, a implementar una forma de litigar, distinta como la oralidad, que la tenemos en penal y en parte en civil, ahora hace unos años”.

En la visita de Falistocco al programa Hora Política, afirmó que “los principios que tiene la Constitución ayudan, por supuesto que ayudan, porque marcan un norte hacia dónde ir, pero el respeto al debido proceso, que en definitiva es lo que más tiene que salvaguardar una Constitución y que tiene que estar presente fundamentalmente en la cabeza de los litigantes y de los jueces, eso ya estaba”.

“Ahora lo que se ha incursionado, llevándolo al plano constitucional, y me parece bien, es el sistema de elección de los jueces que antes estaba por un decreto, porque la Constitución del ’62 le daba una autoridad plena al gobernador para enviar los pliegos proponiendo a la legislatura a una persona para ocupar un cargo juez. Después por decreto, desde la época del gobernador Reviglio, se creó un Consejo de la Magistratura, donde se hace un proceso de selección”, amplió durante la entrevista.

En este sentido, el presidente de la Corte dijo que “era un soporte desde el punto de vista normativo endeble porque se trataba de un decreto, ni siquiera una ley. Ahora la reforma le da un rango superior, o sea, que esto ya no lo vamos a poder eludir, ya no va a significar una autolimitación que hacía el gobernador que por decreto dijo, ‘Bueno, vamos a seleccionar mediante concurso’”.

“Ahora es un sustento normativo de jerarquía mayor porque está en la Constitución. Entonces, desde ese punto de vista, es una garantía en cuanto a la selección de jueces, que me parece que ayuda, por tener en cuenta los méritos, las idoneidades, con un carácter vinculante, aspiramos que así sea, para que el momento de elegir los gobernadores tengan presente los concursos que se realizan”, dijo.

¿Cuál es entonces la importancia de la reforma constitucional en materia judicial?

-La reafirmación de principios, garantías y derechos, y eso siempre es bueno. Con el sistema de elección de jueces estamos bien, estamos de acuerdo, me parece que también va a ayudar. Pero insisto, hay que hacer mucho hincapié en los sistemas procesales. El penal es nuevo, el sistema acusatorio, las audiencias públicas, la investigación llevada a cabo por un fiscal, igualdad de partes. Ya no está más la figura del juez de instrucción, que investigaba y además ponía medidas, acá el juez actualmente es un hombre que se maneja con lo que las partes dicen, eso estaba y queremos que eso se lleve a los otros fueros. Hace tiempo que queremos implementar un sistema distinto procesal en el fuero laboral, que es un fuero al que la gente acude mucho, es desbordante el trabajo que ha habido en materia de juicio laboral y quisiéramos ahí acortar los tiempos.

Usted mencionaba la situación del fuero laboral, en líneas generales ¿cuál es el estado hoy del servicio de justicia en la Provincia de Santa Fe?

-Quiero ser sincero y no hablar con palabras raras, yo personalmente reconozco que tenemos críticas, es cierto que los juicios me gustaría que fuesen más cortos, de todos modos muchas de esas críticas son justas, pero desde este lado también le digo que hay situaciones complicadas para los jueces.  Por ejemplo, que un juez laboral como está ocurriendo ahora dicte 280 sentencias en un año es la demostración de la complejidad que enfrenta, más no se le puede pedir porque afectaría a la calidad de la sentencia. Y a pesar de eso no podemos satisfacer lo que entra, que cada vez entran más juicios laborales”.

-¿Cómo se resuelve esto?

-Podemos y debemos modificar el procedimiento. En la época de Miguel Lifschitz, se sancionó un nuevo código que no se implementó ni durante el gobierno de Perotti ni tampoco ahora. Creo que su aplicación cambiaría porque es un sistema que bien valdría la pena intentarlo, donde imponen figuras nuevas, antes de que el caso lo resuelva un juez clásicamente como ahora, se creaban las figuras de los jueces conciliadores. Yo apuesto mucho en la mediación y en la conciliación, más en materia laboral. La experiencia me indica que muchas causas se podrían sacar por mediación y conciliación. Si bien se hacen, no a la manera como esa reforma aspiraba que así fuese. No pudimos lograr que se cumplimente en cuanto a los cargos que necesitaríamos de jueces nuevos, nosotros tenemos 10 jueces laborales para una población que abarca 1.300.000 habitantes, determina un juez cada 130.000 habitantes, es muy poco, muy poco. Y menos mal que tenemos jueces que están sacando esa cantidad altísima de sentencias.

¿Le genera preocupación las vacantes?

-Sí, claro, por supuesto. Habíamos llegado a 100 vacantes en toda la provincia, lo que representaba más de la tercera parte de los jueces. Por suerte ahora el gobernador envió una parte considerable de pliegos, ya están en la legislatura, aspiramos a que lo traten, llamen a la asamblea legislativa y por lo menos va a significar en algunos casos un alivio al juzgado de familia vacante. Estamos hablando de fueros muy sensibles, por suerte en los laborales los diez de estos históricos jueces de hace tantos años no se enfermó, ni se jubiló ninguno. Pero en la Cámara, porque en definitiva todo se apela, de nueve camaristas en este momento tenemos cuatro, nos faltan cinco. Y todo lo que se apela termina en una Cámara que está renga, muy renga. Estos pliegos que se enviaron ahora incluyen, por ejemplo, tres pliegos de jueces de Cámara laboral, o sea que vamos a estar en 7 y eso nos va a dar un poco de sosiego, pero esperamos el cambio también del procedimiento.

Doctor, vía reforma judicial se amplió la cantidad de integrantes de la Corte Suprema en los últimos meses a 7. ¿Está satisfecho con este nuevo funcionamiento? ¿Hay algún cambio palpable en los hechos?

-La verdad, con respecto al número, desde hace muchos años vengo postulando de salir del número par que teníamos que era feo, a mí no me gustó nunca, muchas veces terminamos empatados, 3 a 3, y había que llamar a un camarista para que integre, y no es lo mismo. No digo por la calidad intelectual, ni mucho menos moral, ni nada. Para eso está la Corte y para eso está la Cámara de Apelación. El riesgo de que se integró ayer con el camarista Juan Pérez, al año siguiente en caso de empate hay que sortear y te toca otro camarista, que puede pensar distinto. Entonces formábamos con un camarista en el primer caso, mayoría de 4, que decidió a favor de los 3 que habían votado A. Pero luego viene otro camarista al año siguiente por el mismo caso y está más de acuerdo con los que habían perdido en el primer caso y cambia a la mayoría y vota a favor de estos 3 que sustentaban una posición distinta. Entonces afecta a la jurisprudencia, atenta contra la seguridad jurídica y un fallo de corte lo peor que puede hacer es que en lugar de contribuir a la seguridad jurídica, esté atentando contra ella, porque no sabemos cuál es el criterio de la corte. Porque un camarista que no está atado a nada, dice, bueno, a ver cuáles son las posiciones, esta o esta, estoy por esta. El año que viene, para el mismo caso, viene otra persona, García, dice, no, estoy con esta. Una inseguridad manifiesta.

-Sin dudas la importancia de una corte con un número impar de integrantes.

-Así es. Por suerte salimos del número par, hay siete, eso me gusta mucho más, creo que genera confianza en los operadores acerca de cuál es el pensamiento de la corte como instancia final. Y ya en concreto, los tres integrantes nuevos que hay son personas de bien, no costó mucho amalgamar un funcionamiento. Por supuesto que muchas cosas se aprenden con el paso del tiempo, de adaptación y todo lo demás, y saber convivir también, ser respetuoso de la opinión de los otros y la visión que se puede tener, los veo activos, con muchas iniciativas. Estamos bien.

-¿Roberto cómo está la relación con el gobernador?

Desde el punto de vista institucional, las reuniones que hemos tenido han sido reuniones de trabajo, miradas del Poder Judicial. Esto que le estoy diciendo es una buena noticia. Que se hayan mandado los pliegos, que eso para nosotros significó más de una reunión con ellos, empezamos a saldar en parte este déficit de las vacantes que para nosotros significa mucho en el funcionamiento global. No somos muchos, hay provincias que están mejor que nosotros en cantidad de jueces. En lo laboral, por ejemplo, Córdoba tiene mucho más. Así que hemos trabajado mucho sobre esto, nosotros hemos prestado muchísima colaboración, han sancionado leyes nuevas que el Poder Judicial tuvo que hacer lo suyo y lo hicimos en tiempo y forma, poniendo todo el empeño, como por ejemplo la implementación del juicio por jurado, que ya se hicieron dos, uno en San Cristóbal y el otro en Santa Fe. Se trabajó muy bien, pero esto no aparece por caso fortuito, hay todo un trabajo que hubo que hacer por parte de la Corte para que se puedan materializar los juicios por jurado y lo hicimos satisfactoriamente, por lo menos las encuestas que se hicieron, tuvimos un gran índice de aprobación de la gente que participó, del pueblo, de los juzgados que participaron como miembro del juicio por jurado, así que eso nos deja bien. Y hemos tratado otros temas, por ejemplo, la ley de narcomenudeo, que nos pasó la competencia a la justicia provincial y rápidamente nosotros nos pusimos a trabajar. Que significa también muchas cosas de funcionamiento. Lo mismo la disolución que se hizo de los colegiados de familia, de responsabilidad contractual, que antes eran tres, se disolvieron y son juzgados unipersonales y esto trajo reformas procesales, edilicias, informáticas, espacios. Y se hizo. A la fecha fijada por la ley, el Poder Judicial dijo, largamos. Hubo que respaldar todo eso. Cambio normativo que en línea general estamos de acuerdo, pero le pusimos el lomo, no fuimos nunca obstáculos, al contrario, fuimos siempre para adelante. Y aspiramos también a cambios informáticos. Nosotros tenemos hoy el expediente digital, pero necesitamos, por ejemplo, en el penal, hacer muchas mejoras en la parte informática. Pero, en línea general, a su pregunta le digo que más allá de todos los comentarios que ha habido siempre, hay que ser respetuoso de las opiniones, se puede pensar distinto, cómo enfocar un Poder Judicial y todo lo demás, en los hechos, cuando hubo que trabajar, se trabajó y aspiramos a seguir trabajando conjuntamente. Cada uno tendrá su propia mirada, nosotros no somos, por lo menos de mi parte, refractario a sentarse, conversar y hablar, yo creo que nunca podemos dejar de escuchar. El diálogo para mí ha sido el respeto institucional, y ha sido mi guía. El respeto institucional para mí es sagrado. Y la independencia del Poder Judicial es una garantía para la gente, porque la gente confía en la medida que los jueces sean independientes.

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