El clásico se presenta como una prueba de alto voltaje para Cristian Fabbiani y su cuerpo técnico. La realidad marca que Newell’s no solamente tratará de sumar tres puntos frente a un rival tan histórico como esquivo en los últimos años. El Ogro guardó a los peso pesados en el empate con Defensa y Justicia porque sabe que este sábado su tropa deberá plasmar una actuación convincente ante Central en pos de mirar hacia adelante con una dosis extra de legitimidad y confianza. Claro que si falla, la semana que parece ser “la más linda”, según sus propias palabras, podría transformarse en una fase crítica de diagnóstico y sacudón interno.
La Lepra encarará el clásico contra el canalla con la ilusión de validar su enfoque deportivo y evitar una implosión institucional. No obstante, tras el empate ante el Halcón de Florencio Varela, el entrenador de Newell’s dejó claras señales sobre la identidad del proyecto que encabeza.
“Somos una familia, yo llevo el barco, no se me complica gestionar. Newell’s es un club muy grande y con historia. Esta es la semana más linda que vamos a tener”, declaró el Ogro en la previa del derby, que en realidad se presenta como una prueba de carácter para el rojinegro. No solo por la exigencia deportiva, sino por el impacto institucional que podría acentuar las tensiones si el rendimiento no acompaña.
El Ogro tiene varios días por delante para poner a punto a una estructura que necesita ser sólida cuando sea hora de la verdad. Haber preservado a los jugadores más relevantes para que lleguen todos a tono al partido del sábado en el Gigante tiene un solo fin: ganar y cortar así una racha adversa en el historial de los clásicos.
Es cierto que Fabbiani tiene en claro cuál es el real peso de las expectativas. No en vano después del empate con Defensa y Justicia con una alineación alternativa, las palabras del entrenador de Newell’s apuntaron a una construcción de “familia” y de liderazgo en medio de un contexto especial.
Tal vez, ese mensaje funciona como un intento de consolidar una base interna que podría verse golpeada por la volatilidad que trae consigo una temporada de elecciones en diciembre.
Aunque estas declaraciones también podrían leerse como una invitación a convertir la previa del derby en un motor de motivación y unidad. O un paraguas para las críticas que, inevitablemente, caerán si el rendimiento leproso se deshilachara en el Gigante.