La pelota del torneo Clausura comenzará a rodar el viernes 11. Lo hará en cámara lenta desde el punto de vista de incorporaciones. El mercado de pases se convirtió en una especie de novela de suspenso, con algunas rupturas incluidas, negociaciones tensas y expectativas altas. Pero, sobre todo, refleja la realidad económica del país con un deporte que lucha por mantenerse en pie, entre la especulación, las dificultades financieras y las ganas de seguir soñando con el fútbol como salvavidas social y cultural. Solo el tiempo dirá si estos movimientos lograrán reactivar un mercado que, más que un simple intercambio de jugadores realizados, es un espejo de la Argentina misma.
Se percibe a simple que el mercado de pases nacional atraviesa un momento de paralización y especulación. Los clubes negocian con cautela en algunos casos, y en medio de tensiones internas, en otros.
Claro que uno de los focos de tensión más resonantes fue la reciente ruptura en la relación entre Racing y River. La incorporación del delantero Maxi Salas, quien ejecutó la cláusula de rescisión para sumarse a los millonarios, desató un enfrentamiento que trasciende lo deportivo.
El presidente de Racing, Diego Milito, afirmó en conferencia de prensa que tenía todo acordado con Salas para renovar su contrato. Pero la situación cambió cuando el jugador decidió irse a River, en una decisión que generó malestar y acusaciones cruzadas.
Milito también apuntó duramente contra la dirigencia de River y Marcelo Gallardo, su entrenador, sugiriendo que hubo “obstáculos y negociaciones poco transparentes”. La relación entre ambos clubes quedó tensa, en un mercado que parece más un campo de batalla que una ventana de oportunidades.
Mientras tanto, Central y Newell’s siguen trabajando en pos de reforzar más a sus respectivos planteles. El canalla dio un golpe mediático mundial al anunciar la contratación de Ángel Di María, quien será presentado en el Gigante de Arroyito, este lunes a las 13.
La llegada de Fideo genera expectativa, pero el técnico Ariel Holan espera por más caras nuevas para armar un equipo competitivo que pueda protagonizar en la próxima temporada.
Por su parte, Newell’s sumó a Darío Benedetto y Martín Fernández. Sin embargo, la Lepra se encuentra en una situación incierta, condicionado por las elecciones presidenciales a fin de año y una economía que limita las inversiones.
El rojinegro, que tuvo un primer semestre para el olvido, busca reactivar en este mercado su rendimiento sin olvidar las dificultades financieras que pesan sobre el club que preside Ignacio Astore.
La realidad exhibe que el mercado de pases en Argentina parece ser un espejo de la economía social del país. Por un lado, hay clubes que malgastan recursos y se endeudan en busca de resultados inmediatos.
Por el otro, hay instituciones que, con mucho esfuerzo y creatividad, logran mantenerse a flote y aprovechar oportunidades. No obstante, la realidad es que, en medio de un contexto económico complejo, el fútbol se convirtió en una especie de microcosmos de la sociedad argentina: unos gastan de más y otros se las ingenian para sobrevivir.
La resultante es clara. La incertidumbre que rodea el mercado actual no sólo afecta a los clubes, sino también al fútbol argentino en su conjunto, que busca reactivar su economía interna en medio de una coyuntura adversa.
Es verdad que la llegada de figuras de renombres como Ángel Di María y Leandro Paredes (Boca) generan entusiasmo a nivel colectivo, pero a la vez no ocultan los desafíos estructurales que enfrentan los equipos y la industria más importante y pasional del mundo, en especial en nuestro país.