EL FENTANILO Y SANTA FE

La actual “crisis del fentanilo” que ya lleva 98 casos fatales y varios más en estudio deja una vez más en evidencia la profunda debilidad de los controles sanitarios y del Sistema Nacional de Trazabilidad que se da en nuestro país. No es la primera vez que en Argentina la comercialización de un IFA (Ingrediente Farmacéuticamente Activo) escapa del control de la agencias de regulación, produciendo daños irreparables en las personas y en el sistema de salud.

El caso más emblemático hasta ahora había sido el comercio ilegal de efedrina entre los años 2003 al 2008. En este negocio ilegal estuvieron involucrados laboratorios formales y clandestinos, empresarios e importadores y cárteles de droga mejicanos, evidenciando uno de los mayores casos conocidos de narcotráfico en Argentina. 

Este suceso fue un antecedente importante para la conformación del Sistema Nacional de Trazabilidad a través de la Resolución 435/2011 del Ministerio de Salud de la Nación y la Disposición  3683/2011 de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

Ahora bien, cuando los sistemas de control son desfinanciados y relajados vuelven las crisis y las alertas en salud. Santa Fe es una de las provincias más afectadas por el fentanilo (vale decir que también  es un precursor de drogas sintéticas ilegales) contaminado con bacterias peligrosas que logró circular por el sistema de salud público y privado.

Este medicamento, Fentanilo HLB 0,05 mg/ml fue elaborado por el laboratorio Ramallo S.A. para el laboratorio HLB Pharma Group S.A. y comercializado por la droguería Alfarma S.R.L. con sede en Rosario (todas las entidades pertenecientes al mismo grupo empresario) y se encontraba contaminado con Klebsiella pneumoniae y Ralstonia picketti posteriormente detectadas por análisis genético en ampollas y pacientes. En estos días se determinó que en el menos 12 de los 20 pacientes analizados, el fentanilo contaminado fue co causal de los fallecimientos.

En este marco, cobra relevancia el sistema de trazabilidad de medicamentos, que es esencial para poder realizar un mapeo exacto del recorrido de los mismos desde su elaboración hasta su utilización final y de esta forma poder retirarlos rápida y efectivamente ante un alerta sanitaria. En el caso del fentanilo las debilidades son evidentes.

Según las normativas vigentes la producción y distribución de medicamentos en Argentina cuenta con muchos controles en distintos niveles. Sin embargo, en esta situación los laboratorios continuaron con la producción a pesar de sus deficiencias en higiene y protocolos de elaboración, y distribuyeron los lotes contaminados. 

Por último, resulta preocupante la facilidad con que proveedores de las características mencionadas logran presentarse a los procesos de adquisición de medicamentos de efectores públicos, caso que se dio en la provincia de Santa Fe.

Esperamos que la justicia actúe con celeridad y sea realmente justa.

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