El clásico viene con mucha pimienta y sal

El clásico entre Newell’s y Central ya es palpable en toda su expresión en la ciudad de los pobres corazones. A medida que se acerca la hora de la gran cita de la pasión, la adrenalina aumenta en el aire rosarino. El parque Independencia se vestirá de fiesta este domingo. También aumentará la tensión fruto de la reciente estela que dejó la derrota ante Defensa y Justicia en el mismísimo Coloso Marcelo Bielsa. La atmósfera está cargada de expectativa y, por supuesto, de una buena dosis de rivalidad que promete hacer de este derby, que comenzará a las 17, un espectáculo tan emocionante como inigualable.

Los dos equipos más representativos de Rosario transitan el torneo nacional por carriles bien diferentes. Sea desde lo futbolístico como a nivel dirigencial. Cada cual atiende su juego con sus necesidades y urgencias.

Newell’s sigue siendo una especie de barco a la deriva. El equipo de Mariano Soso llega al derby en un momento muy crítico. Los resultados no acompañan (perdió cuatro y apenas ganó uno en cinco presentaciones) y la gestión del presidente Ignacio Astore sigue devaluándose.

El ciclo del entrenador leproso está en terapia intensiva y este domingo podría llegar a su final si la Lepra besa la lona. Para la comunidad de Ñuls no será una fecha ni un partido más en su calendario deportivo. Hay muchas cosas en juego, donde el orgullo también entra en acción.

La historia marca que Newell’s viene torcido en los clásicos. La última década le juega en contra. Los números son contundentes. Sin embargo, el equipo buscará ante Central darle una alegría a su masa, que dejó recientemente el Coloso en llamas de impotencia luego de recibir una derrota inesperada a manos de Defensa y Justicia.

La necesidad de ganar se volvió apremiante en el Parque. La Lepra no solo buscará revertir su presente imperfecto, sino que también necesita cortar una racha adversa de resultados. De lo contrario, un fuerte vendaval se desatará en el universo de Newell’s.

Por su parte, Central llega a este enfrentamiento con una sintonía diferente. A pesar de que el entrenador Ariel Holan sigue siendo mirado de reojo por los fieles canallas, el equipo comenzó la temporada de manera prometedora al obtener resultados positivos (ganó tres y empató los dos restantes encuentros que disputó).

A eso hay que agregarle que la pareja ofensiva integrada por Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz está on fire. Su conexión en el ataque puede ser el factor decisivo que tanto espera el hincha auriazul.

Está a la vista que el derby rosarino ya entró en modo pasión en esta latitud. Se percibe en las calles y en el corazón de los fieles. La pasión que despierta este encuentro es incomparable. Es una ciudad muy particular, claro está.

Más allá de toda esta movida que se genera en la previa, lo concreto es que los dos equipos tienen en claro que la victoria no será solo un impulso para la tabla de posiciones, sino también un golpe psicológico que podría definir el rumbo de la temporada.

La presión está latente en cada vereda, aunque en la rojinegra hay una marcada mochila sobre los hombros de los jugadores y dirigentes. Cuando la pelota cobre vida, Newell ‘s buscará redención, mientras que Central aspirará a consolidar su buen momento y hegemonía ante su eterno rival.

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