DI MARÍA HIZO HISTORIA EN SU REGRESO A CENTRAL

Un gol, una gran ovación y la promesa de un nuevo capítulo en el fútbol argentino

El regreso de Ángel Di María a Central fue a pura emoción y adrenalina. El Gigante fue el epicentro de las miradas del fútbol argentino, quien vuelve a tener en sus filas a un jugador de élite. Fideo ratificó que está dispuesto a ayudar a escribir nuevas páginas de rica historia en Arroyito. No solamente con el gol de penal que marcó ante Godoy Cruz (1 a 1 final) y desató toda la alegría en el pueblo auriazul, sino además porque en algunos pasajes del partido dejó en evidencia su estirpe internacional. Si bien debió dejar la cancha por un golpe, lo cierto es que el jugador surgido de El Torito se fue del estadio mundialista argumentando que “solo fue un golpe” como además confesó que el empate final “fue un garrón”. El estreno quedó en el archivo. Ahora será turno de afrontar lo que vendrá con marcada expectativas, sea a nivel personal como colectiva.

Fue mucho más que un estreno de campeonato. Antes del pitazo inicial, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, llegó a la cancha especialmente desde Buenos Aires en un vuelo privado para entregarle a Fideo una plaqueta conmemorativa en reconocimiento a su trayectoria y su retorno a Central.

Chiqui llegó al aeropuerto Islas Malvinas a las 14.20 y se dirigió hasta el Gigante, donde estuvo en todo momento junto a los máximos dirigentes auriazules, el presidente Gonzalo Belloso y la vicepresidenta, Carolina Cristinziano. Otro que también escoltó a Tapia fue el director de partidos y amigo personal del titular de la AFA, Ariel Sclafani.

También es verdad que Tapia observó parte del primer tiempo en la zona de palcos, parado y sacándose fotos con los hinchas. Luego pegó la media vuelta y se fue rápidamente porque debía viajar a Estados Unidos por la final dominical del Mundial de Clubes.

Claro que la ovación de los hinchas a Fideo fue el núcleo sabatino. Casi 50 mil almas corearon su nombre con fervor, fue un reconocimiento unánime a un jugador que, pese a su éxito en Europa, nunca perdió su raíz ni su amor por los colores auriazules. Incluso su familia, compuesta por su esposa y dos hijas, más su hermana y padres siguieron también el partido desde las plateas bajas del lado del río con marcada emoción y felicidad.

El reestreno con historia

Apenas minutos después de ingresar al campo de juego, Di María dejó en claro que su regreso no sería sólo simbólico. Con apenas cinco entrenamientos en el club, salió de titular y, en una acción que hizo vibrar a todo el estadio, anotó un gol de penal que será recordado por mucho tiempo.

Angelito llegó al estadio sonriendo. Ingresó a la zona de vestuarios caminando con marcada tranquilidad y en soledad, cargando una mochila y empilchado con la indumentaria canalla de concentración.

En el pasillo interno del Gigante saludó sin detener la marcha a quienes estaban en el recinto en señal de respeto, a excepción de una persona que conoce desde sus inicios en el fútbol. Ese fue el único instante en que el jugador se detuvo e intercambió un cálido abrazo. Es más, Fideo accedió sin dudar y muy amablemente a sacarse una foto con un nene de 13 años llamado Facundo, quien quedó paralizado cuando vio al crack y solo dibujó una sonrisa espontánea  cuando el padre tomó esa postal con su celular.

En cuanto a su performance, lo cierto es que por momentos combinó su visión, técnica y experiencia con su talento, que sigue intacto. También es verdad que hubo pasajes en que no lo vio bien rodeado, pero eso ya es una cuestión que deberá corregir a la inmediatez el entrenador Ariel Holan.

El partido contra Godoy Cruz culminó en un empate 1-1. Desde una perspectiva deportiva, el resultado puede ser anecdótico y la gente dejó el estadio sin tanta alegría. Pero desde lo emocional y lo simbólico, fue la confirmación de que Di María volvió con hambre de gloria y con la intención de dejar huella en el fútbol argentino, en particular en su amado Central.

Un desafío para el futuro cercano

Este debut, cargado de significado, abrió además un nuevo capítulo para el club y para el propio Di María. Sin embargo, también trae consigo nuevos desafíos, especialmente para el cuerpo técnico encabezado por Ariel Holan.

La primera fecha del torneo argentino no mostró aún la versión más sólida del equipo, y la incorporación de un jugador de la talla de Fideo requiere ajustes y un trabajo conjunto para potenciar al máximo sus cualidades. Porque la apuesta colectiva fue magra. Mientras tanto, la expectativa crece sin cesar. Los hinchas canallas sueñan con ver a Di María desplegar toda su magia en el torneo local. Pero Fideo solo no podrá contra todos, eso está más que claro. No obstante, la historia de su regreso recién empezó, y todos esperan que sea tan exitosa como su carrera en Europa y la selección argentina.

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