DECIDIR POR NOSOTROS MISMOS

Hoy, muchas decisiones importantes para Rosario se toman desde otro lugar. ¿Tiene sentido que no podamos actuar directamente? La clave para superar la dependencia está en la autonomía municipal. La autonomía es, en pocas palabras, tener las herramientas para actuar y resolver más rápido muchos problemas que afectan directamente la vida de los vecinos. 

El futuro de Rosario está íntimamente ligado a la educación. Medellín, por ejemplo, demostró que apostar por el conocimiento puede cambiar la historia y el destino de una ciudad. Hoy, la gestión educativa es una competencia provincial, pero la autonomía permitirá a Rosario llevar adelante iniciativas propias como construir escuelas con alta tecnología, generar contenidos que vinculen la educación con el perfil productivo y conectar más a los jóvenes con el mercado laboral. ¿Por qué no pensar que Rosario podría liderar una revolución educativa, creando escuelas adaptadas al cambio tecnológico que preparen para los desafíos de este siglo? Sería una ciudad que traza horizontes y planifica a largo plazo, en lugar de esperar que otros decidan por nosotros en estos temas. 

La autonomía también abre puertas a coordinar mejor la gestión de servicios con ciudades vecinas para resolver una serie de problemas comunes. Esto no es un ejercicio de aislamiento, sino de empoderamiento de Rosario. Una Rosario autónoma es una ciudad que lidera, que se pone al frente y crea oportunidades pensando en las próximas generaciones.

La autonomía no es para la política, es para la gente de Rosario. Es la herramienta para que los rosarinos vivamos en una ciudad que no pide permiso, sino que actúa por sus propios medios: una ciudad que responde cuando se necesita, entiende cómo priorizar los recursos de los impuestos y encuentra soluciones donde había barreras.Hoy, Rosario está como un hogar donde las decisiones se toman desde afuera, sin conocer las necesidades y urgencias de quienes viven dentro. Con autonomía, la ciudad podrá decidir qué hacer con sus propios recursos, definir qué obras son las prioritarias y resolver rápido los problemas del día a día.

Este 2025 los rosarinos tenemos una enorme oportunidad, que vendrá de la mano de la reforma de la Constitución de Santa Fe y que consagrará este derecho histórico en nuestra provincia. Rosario tiene con qué. Es una ciudad que empuja y tiene ganas de salir adelante.

La autonomía es el paso que necesitamos para liberarnos de esquemas de otros tiempos que no funcionan más. Queremos ser esa ciudad mayor de edad, que no pide permiso. Esa ciudad que prioriza lo que importa porque sabe lo que necesita.

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