Cuánto tiene que pagar el afiliado de Iapos en un parto por el conflicto con los anestesistas

El conflicto entre los anestesistas y la obra social Iapos sigue sin resolverse y afecta principalmente a las embarazadas afiliadas, quienes deben asumir altos costos para recibir atención durante el parto. La disputa, centrada en las tarifas que Iapos paga a los anestesistas, llevó a estos profesionales a suspender la atención a través de la obra social, obligando a las pacientes a cubrir de su bolsillo los elevados honorarios de anestesia. La información surge luego de que la persona encargada de área de un nosocomio de la ciudad se comunicara con una mujer que está a punto de comenzar a transitar la semana 37. Y a esto en muchos casos hay que sumar el plus del obstetra, pero ese es otro cantar.

Los costos de los servicios anestésicos para partos se volvieron prohibitivos para muchas familias. En un parto por cesárea realizado en horario habitual (lunes a viernes de 7 a 21 horas), los honorarios de los anestesistas ascienden a 303.000 pesos. En el caso de un parto natural con peridural, el costo es aún mayor, llegando a 454.000 pesos. Si el parto comienza con peridural y termina en cesárea debido a complicaciones, el monto asciende a 681.000 pesos.

Estos valores aumentan un 50 por ciento si el parto ocurre en horario nocturno, fines de semana o feriados, elevando los costos a 454.500 pesos para una cesárea, 681.000 pesos para un parto natural con peridural y 1.021.500 pesos si el parto con peridural termina en cesárea por complicaciones.

Reintegros prometidos, pero con dudas sobre los tiempos

Iapos prometió un reintegro del 100 por ciento del monto abonado dentro del mes de realizado el pago. Sin embargo, muchas embarazadas manifiestan su preocupación por los tiempos y los trámites necesarios para acceder a esta devolución, temiendo demoras y complicaciones burocráticas que podrían prolongar el proceso. Aunque la promesa de devolución alivia en parte la carga económica, el desembolso inicial sigue siendo un obstáculo para muchas familias que no cuentan con los recursos suficientes para afrontar estos gastos.

Las posiciones enfrentadas de Iapos y los anestesistas

Los anestesistas reclaman una actualización de honorarios acorde con la inflación y los costos crecientes de su actividad, argumentando que las tarifas actuales pagadas por Iapos son de las más bajas del país. Por su parte, la obra social sostiene que ha realizado propuestas de ajuste, pero considera que las demandas de los anestesistas son excesivas y pondrían en riesgo la sustentabilidad del sistema.

Mientras las negociaciones siguen estancadas, las futuras madres enfrentan la difícil decisión de pagar sumas exorbitantes o posponer el parto en condiciones óptimas, lo cual pone en riesgo tanto su salud como la de sus bebés.

Las embarazadas, atrapadas entre los costos y la espera

El impacto en las embarazadas afiliadas es profundo. Muchas se ven obligadas a buscar opciones de financiamiento para cubrir los honorarios de los anestesistas, ya que postergar un parto no es una opción viable. Este conflicto no solo afecta el bolsillo de las pacientes, sino que también genera un estrés adicional en un momento que debería ser de cuidado y atención especial.

La situación generó malestar y angustia entre las futuras madres, quienes sienten que están atrapadas en un conflicto ajeno y que sus necesidades no están siendo priorizadas en la disputa. La falta de un acuerdo inmediato preocupa a quienes necesitan acceder a servicios de anestesia para un parto seguro y sin complicaciones.

Sin una solución a la vista

El conflicto entre IAPOS y los anestesistas refleja una problemática recurrente en el sistema de salud argentino: las disputas entre prestadores y financiadores suelen dejar a los pacientes en medio, obligándolos a pagar los costos de estas tensiones. Las embarazadas afiliadas esperan que se logre un acuerdo pronto que permita reanudar la atención sin que deban asumir gastos tan elevados.

Mientras tanto, la incertidumbre sigue reinando y las embarazadas continúan siendo las más perjudicadas en esta disputa que parece no tener fin.

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