El Ministerio de Seguridad de Santa Fe se tomó varios días para pensar y luego determinó que Central no podrá tener el domingo ante Talleres banderas en la platea del río y de Regatas, como tampoco elementos de percusión. Todo en el marco de la polémica y repudiable bandera contra el entrenador leproso Cristian Fabbiani. Pero hay más. El canalla también fue multado por la AFA con 500 entradas. Esta decisión parece tardía como bien tribunera y de tinte más mediático que con real objetivo de seguridad por parte de las fuerzas. Deberían haber actuado en el momento y sancionado el lunes a más tardar.
Claro que este accionar de los “chicos” que están en la bandeja superior norte del club auriazul no hace más que generarle una exposición y gasto de dinero innecesario a la institución, que deberá pagarle a la casa madre 15 millones de pesos en concepto de multa.
Esta medida busca, según declaraciones oficiales, «establecer un sistema de premios y castigos» para quienes incumplen las reglas en los partidos, con el fin de proteger la seguridad de todos los actores en las canchas.
Incluso el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, explicó: «Los policías están expuestos a explosivos, agresiones. En virtud de lo que ocurre en un partido, tomamos las medidas para el siguiente». ¿Ningún agente vio el trapo cuando lo trasladaron o sacaron?
A este acto hay que sumarle que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) multó a Central con 500 entradas, equivalente a aproximadamente 15 millones de pesos, por las banderas exhibidas ante Boca.
Más allá del argumento oficial, la medida de no instalar banderas el domingo contra Talleres parece responder si realmente la intención es mejorar la seguridad o simplemente buscan enviar un mensaje contundente y mediático.
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