La historia marca que la política en el fútbol suele asemejarse a un juego de ajedrez. Cada movimiento puede tener consecuencias relevantes para el futuro de una institución. En este contexto, Ignacio Astore decidió recientemente dar un paso audaz de cara a la reelección presidencial al sumar a su equipo de trabajo a Lucas Bernardi, quien asumió como entrenador de la reserva cuando todo parecía indicar que iba a ser el competidor número uno del actual mandamás de Newell’s. Este movimiento quirúrgico del doctor podría definir de ahora en más su libre camino en busca de un nuevo mandato cuando sea hora de ir a las urnas a fin de año. Sobre todo porque del arco opositor no se vislumbra una figura sólida.
A simple vista cae de maduro que Astore hizo una jugada estratégica al incorporar a Bernardi a su estructura deportiva. También es cierto que el camino hacia la reelección en 2025 estará lleno de desafíos. A medida que se acerca el momento de la verdad, los resultados futbolísticos y la gestión institucional serán factores determinantes para que Nacho logre consolidar su mandato.
Hay que destacar que la comunidad rojinegra ya está atenta a cada movimiento en este partido que ya se juega más allá del campo de juego. Todos saben que está en pugna no solo el futuro del club, sino también el de sus dirigentes, más allá de que la comisión sufrió algunas bajas y padece grietas internas.
El presidente leproso demostró con la incorporación de Bernardi que está dispuesto a jugar su mejor carta en un tablero donde las elecciones se avecinan. El arribo de Lucas como entrenador de la reserva tomó por sorpresa a toda la parcialidad rojinegra, que esperaba que el excapitán se convirtiera en su principal competidor en la contienda electoral. Sobre todo por la floja gestión que viene protagonizando la actual comisión directiva.
Pero se ve que la estrategia de Astore no solo busca fortalecer su gestión actual, sino que también tiene como objetivo afianzar la imagen del oficialismo en un club que ya vio pasar una turbulencia institucional antes de su asunción.
La presencia de ahora en más de Bernardi en el club podría desviar la atención de posibles rivales y consolidar el apoyo hacia Astore, claro está. Si bien los resultados deportivos serán cruciales, la incorporación de Lucas ya generó un efecto positivo en la percepción de la gestión actual.
Sin embargo, la jugada individual de Astore no está exenta de riesgos a corto plazo o futuro. La presión por lograr resultados deportivos en el primer equipo se intensificará de manera constante cuando la pelota cobre vida a fin de mes.
La comunidad rojinegra espera ver ante todo mejoras en el rendimiento del equipo tras varios torneos envueltos en más pena que gloria. Por eso este mercado de pases deberá ser preciso en pos de responder a las expectativas de los hinchas.
Por lo tanto, la estabilidad y el éxito en el ámbito deportivo serán fundamentales para que Astore logre su objetivo de presentarse a las elecciones con una base sólida de apoyo.
Aunque al sumar a Bernardi a su equipo, el presidente ya logró neutralizar a un posible contrincante de peso. Es que actualmente no parece haber un rival que ponga en jaque su posición de líder, lo que le otorga un respiro en la antesala de un proceso electoral que promete ser intenso. Mientras tanto, Astore empezó a operar la reelección al sumar al excapitán de la casa.