La canción, incluida en el disco “Suave y Profundo” (1994), la escribió Patricia Sosa escrita para su hija.
Sosa la escribió para su hija, Mónica, cuando esta le preguntó qué era la primaria, y la artista respondió con la letra de la canción que hablaba de las dificultades de la vida, pero también de la fuerza interior, el coraje y el amor para superar los obstáculos y «echarse a volar».
La inspiración surgió cuando la cantante, sentada en un sótano con su guitarra, le explicaba a su hija sobre la vida y sus desafíos.
Patricia, en lugar de dar una respuesta convencional, decidió componer una canción que describiera el camino difícil pero lleno de esperanza que la vida presenta, animando a su hija a superar los obstáculos con amor y coraje.
«Vos sabés que un tema como Aprender a volar prestó servicio. De verdad, con el verdadero sentido de la palabra servicio. Sirve para las despedidas de los chicos, para los hospitales, para gente que se está dando por vencida, para cuando alguien se va al exterior. Sirve para todo», contó Sosa.
“Es la canción que más satisfacciones le ha dado. Me enseñó que con un pequeño esfuerzo uno puede cruzar umbrales que creía impenetrables”, señaló la cantante.
Sosa grabó el videoclip oficial del tema en lengua de señas y, con el tiempo, la canción también se convirtió en una forma de integrar a los no oyentes, tanto, que se enseña en muchas escuelas del país.
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